Primero desmontar parte de la tapicería del interior, quitar los remaches que sujetaban la ventana, desprender la ventana... y un elemento menos:
Y ahora marcar las líneas de corte, rezar un Padre Nuestro porque esto ya no tiene vuelta atrás, y rrrrrrrrrrrrrrrrr...............
Y como se puso a llover, otra vez, proteger a toda leche, y subir la célula para comprobar cómo queda el paso.